Hasta que tú te encuentres
Por el camino triste de la vida
buscabas algo más,
algo más que pudiera, tu ser, llenar,
y a tu alma rescatar.
Tú buscabas en la sequedad,
en este mundo y en la religiosidad,
pero nunca podrás tú, cambiar,
hasta que encuentres al Señor.
HASTA QUE TÚ TE ENCUENTRES
CON LA PERSONA DE JESÚS,
ÉL ES QUIEN PUEDE
SATISFACER TU SER,
Y A TU ALMA DARLE LUZ.
HASTA QUE ENTRES A SU PRESENCIA,
Y CADA FIBRA SE LLENE DE ÉL;
SÓLO RECUERDA QUE VIDA ETERNA
ES CONOCERLO A ÉL.
El salmista un día anheló
ver al Dios de Amor;
como el ciervo brama
por las corrientes de agua,
así en su alma fue el clamor;
en sus lágrimas y en su angustia,
dijo: “Oh, Dios, espero en Ti”
Si hay un abismo clamando a otro abismo
tendrá que uno responder.