Un día, mi Jesús
Un día, mi Jesús murió en un madero,
Su Sangre derramó,
limpió mi vida entera.
Fue tal, Su grande Amor por mí
que transformó mi ser,
y el gozo que me da Jesús
hoy fluye de mi ser.
Un día, mi Jesús descenderá del cielo
y resucitarán los que en Cristo murieron
los que con vida estén aún
seremos transformados
para subir y recibir
en el aire al Señor.
Un día, mi Jesús consolará a Su pueblo
y enjugará en Su amor,
lágrimas que vertieron.
Y nunca más quebranto habrá,
luchando en esta tierra,
y el gozo que Dios preparó
será para Sus siervos.