Bienvenido, espíritu santo
En los momentos en que mi corazón se calla,
puedo sentir una voz muy dentro de mí,
como un susurro que dice: “Hijo mío, descansa”,
inmediatamente Tu Espíritu empieza a fluir.
BIENVENIDO, ESPÍRITU SANTO,
BIENVENIDO A SELLAR MI CORAZÓN;
TRAE CONSUELO Y LLENA MI ALMA.
FORTALECE A TU PUEBLO, SEÑOR.
Cuando me encuentro sumiso en Tu dulce presencia,
siento una paz inefable que inunda mi ser.
Eres el silbo apacible que unge mi vida,
y cada día produces unión y poder.