Las viejas canciones infantiles han sido parte integral de la infancia de generaciones. Temas como "Aserrín Aserrán", "La Cucaracha" y "El Patio de Mi Casa" no solo sobreviven al paso del tiempo, sino que continúan encantando a niños y adultos por igual. Estas melodías, que han cruzado fronteras y siglos, poseen un magnetismo único gracias a sus letras simples y pegajosas, así como a sus ritmos fáciles de recordar.
Las canciones infantiles tradicionales suelen tener sus raíces en folclores locales, mitos y leyendas propias de diversas culturas. Por ejemplo, "Aserrín Aserrán" se cree que tuvo sus orígenes en España y se ha transmitido oralmente de generación en generación. Estas canciones entretenían a los niños al tiempo que enseñaban sencillas lecciones sobre la vida, los valores y la naturaleza.
"Aserrín Aserrán" es una canción que muchos años atrás se cantaba mientras se hacía el movimiento de sierra de madera. Es simple, alegre, y su melodía invita a corear. La letra, aunque repetitiva, tiene un efecto hipnótico en los pequeños, ayudándoles a desarrollar ritmos y coordinación a través de juegos con las manos.
Esta canción presenta una estructura más narrativa. "La Cucaracha" habla de una cucaracha que no puede caminar porque le falta una pata. La identidad de la cucaracha ha sido objeto de múltiples interpretaciones, ya que algunos creen que representa figuras históricas o situaciones políticas. Sin embargo, para los niños, es simplemente una canción divertida sobre una cucaracha peculiar.
"El
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Chantons le joli mai dans la forêt
Dans la forêt,
Voici le printemps nouveau!
Dans la forêt,
C'est le réveil des oiseaux
La la la
La la la
Avec les oiseaux de la forêt,
Chantons la la la
La la la
Chantons le vie qui renaît,
Dans la forêt.
Dans la forêt,
Les grands arbres ont reverdi
Dans la forêt,
Reprend la chanson des nids.
A la fraîcheur du matin
S'éveillent les grands sapins.
Quand le soleil est levé,
Ah! Comme il fait bon marcher!
Près de la source qui bruit,
Pour boire on se réunit.
Le grand vent s'est déchaîné,
Ecoutons le vent siffler.
Un vieux chêne s'est brisé,
Puis le vent s'est apaisé.
Le soir, le chant du hibou,
S'élève seul, triste et doux.
Chantons hou hou hou
Hou hou hou
Chantons le vie qui renaît,
Dans la forêt.
C'est la nuit et tout se tait,
Rossignols, chantez la paix!
Oublions le poids du jour,
Vivons la loi de l'amour!