Prologo
Cuando tenía 24 años, me senté en un camerino detrás del escenario en Londres, vibrando de anticipación. Mis coristas y compañeros de banda se reunieron a mi alrededor en un círculo disperso. Surgieron unas tijeras y vi en el espejo cómo mis mechones de pelo largo y rizado caían en montones al suelo. Allí estaba yo con mi camisa a cuadros, sonriendo tímidamente mientras mis compañeros de gira y amigos aplaudían mi corte de pelo. Esto simple que todo el mundo hace. Pero tenía un secreto. Para mí fue más que un cambio de peinado. Cuando tenía 24 años decidí reinventarme por completo.
¿Cómo se reinventa una persona?, te preguntarás. De cualquier forma que se me ocurra. Musicalmente, geográficamente, estéticamente, conductualmente, motivacionalmente... Y lo hice con alegría. La curiosidad que había sentido en los primeros murmullos mientras hacía Red se amplificó hasta convertirse en un palpitante latido de inquietud en mis oídos. ¿Los riesgos que tomé cuando jugué con sonidos y sensibilidades pop en Red? Quería llevarlo más lejos. ¿La sensación de libertad que sentí al viajar a grandes ciudades bulliciosas? Quería vivir en uno. ¿Las voces que habían comenzado a avergonzarme de nuevas maneras por tener citas como una joven normal? Quería silenciarlos
Verás, en los años anteriores a esto, me había convertido en el blanco de la vergüenza de las putas, cuya intensidad e implacabilidad serían criticadas y denunciadas si sucediera hoy, los chistes sobre mi cantidad de novios. La trivialización de mi composición como si fuera un acto depredador de un niño psicópata loco, los medios de comunicación son coautores de esta narrativa. Tuve que detenerlo porque estaba empezando a doler mucho.
Me quedó claro que para mí no existían las citas casuales, ni siquiera tener un amigo con el que pasar el rato platónicamente. Si me veían con él, se suponía que me estaba acostando con él. Y por eso juré no salir con chicos, salir con chicos, coquetear o cualquier cosa que pudiera ser utilizada como arma en mi contra por una cultura que decía creer en la liberación de las mujeres, pero que constantemente me trataba con los duros códigos morales de la era victoriana.
Siendo un optimista consumado, asumí que podría solucionar esto si simplemente cambiaba mi comportamiento. Renuncié a las citas y decidí centrarme solo en mí, mi música, mi crecimiento y mis amistades femeninas. Si solo saliera con mis amigas, la gente no podría exagerar ni sexualizar eso, ¿verdad? Más adelante aprendería que la gente podía y lo haría.
Pero nada de eso importó entonces porque tenía un plan y un comportamiento tan confiado como una canasta de cachorros de golden etriever. Tenía las llaves de mi propio apartamento en Nueva York y nuevas melodías surgían de mi imaginación. Tuve a Max Martin y Shellback, quienes estuvieron felices de ayudarme a explorar este nuevo paisaje sonoro del que estaba enamorado. Tenía un nuevo amigo llamado Jack Antonoff que había hecho algunas canciones interesantes en su apartamento. Tuve la idea de que el álbum se llamaría 1989 y haríamos referencia a grandes sintetizadores de los 80 y escribiríamos estribillos altísimos. Tenía una fe sublime e inexplicable y corrí hacia ella, con tacones altos y un top corto.
Había tantas cosas que no sabía entonces, y mirando hacia atrás veo lo bueno que fue eso. Esta época de mi vida estuvo marcada por una cierta ingenuidad, un hambre de aventuras y una sensación de libertad que no había probado antes. Resulta que el cóctel de ingenuidad, hambre de aventura y libertad puede provocar resacas desagradables, metafóricamente hablando. Por supuesto, todos tenían algo que decir, pero siempre lo harán. Aprendí lecciones, pagué precios y traté de... No lo digas... No lo digas... Lo siento, tengo que decirlo... Sacudirlo
Siempre estaré increíblemente agradecido por cómo amaste y aceptaste este álbum. Tú, que seguiste mis elecciones creativas en zigzag y animaste mis riesgos y experimentos. Tú, que escuchaste el guiño y el humor en "Blank Space" y quizás incluso empatizaste con el dolor detrás de la sátira. Tú, que viste las semillas de la alianza y la defensa de la igualdad en "Welcome To New York". Tú, ¿quién sabía que tal vez una chica que se rodea de amigas en la edad adulta está compensando la falta de ellas en la infancia (Sin iniciar un culto tiránico de chicas calientes)? Tú, que viste que me reinvento por un millón de razones, y que una de ellas es intentar entretenerte al máximo. Tú, que has tenido la gracia de permitirme la libertad de cambiar
Nací en 1989, me reinventé por primera vez en 2014 y una parte de mí fue recuperada en 2023 con la reedición de este álbum que tanto amo. Nunca en mis sueños más locos imaginé la magia que esparcirías sobre mi vida por tanto tiempo.
Este momento es un reflejo de los bosques por los que hemos vagado y de todo este amor entre nosotros que aún brilla en la oscuridad más oscura.
Les presento, con gratitud y asombro, mi versión de 1989.
Este ha estado esperándote.
Taylor